Me gusta escribir, no sé si se me dará bien, pero me sirve para organizar las ideas. Acabo de recuperar un antiguo ordenador y en él, mi primer escrito justo dos semanas después del diagnóstico de cáncer de mama. ¡Cuánto he aprendido desde aquel día sobre la enfermedad!
Tras unas navidades increíbles junto mi familia y mi pareja recorriendo parte del territorio catalán y pirineo aragonés me dispongo a ir a buscar las pruebas del VAG que me habían hecho un mes atrás. Todo el mundo me decía que no iba a ser nada, que si nadie me había llamado, no debería preocuparme. Sin embargo, no fue así. Me dieron un sobre blanco, lo abrí, saqué dos hojas y empecé a leer palabras que en ese momento carecían de significado para mí (carcinoma, HER, RE, RP). Tras quedarme 30 segundos paralizada le pregunté a la enfermera si podía ver a la doctora y que me explicara lo que significaban todos aquellos palabros.
La doctora miró las pruebas, me miró y me dijo “Es positivo”. ¿Qué significativa que fuera positivo? ¿era bueno? ¿era cáncer? … tras otros 30 segundos de incomprensión le miré y pregunté ¿es cáncer? Y tras un sí desaparecí de la consulta, anduve durante 3 minutos sin saber que hacer ni a donde ir y lloré. Cogí mi teléfono móvil llamé a mi madre, a mi chico y a la primera amiga que pensaba que podría estar en casa y sí, ¡justo ese día no había ido a trabajar! ¡Qué suerte la mía! Tenía una amiga a quién poder abrazar, con quien poder llorar. A las pocas horas apareció mi chico, mi compañero de vida desde hace poco más dos años. Pero no os imaginéis cualquier pareja, sino el chico que sabes que es el chico de tu vida, porque esas cosas se saben ¿Qué nos va a suponer este golpe en la vida?
El cáncer me ha cambiado y también las relaciones cambian. Maduras tú y maduran ellas. Él sigue a mi lado, ha estado a la altura de la situación como la familia y los amigos.
Juntos fuimos a ver a la ginecóloga con los resultados de las pruebas y para no entrar en mucho detalle y sólo por resumir, sus palabras fueron: “Esto es muy malo, muy malo y hay que sacar el pecho. La vida es lo primero”. Sólo había escuchado un sí de la primera doctora y el diagnóstico de cáncer de mama de mi segunda doctora no fue muy alentador. Pero le tenía a mi lado y me dio fuerzas para prometernos que esto nos haría más fuertes, cuando acabara esto seguiríamos pasito a pasito con nuestra relación.
No te quedes con la primera opinión tras el diagnóstico de cáncer de mama. Busca otros especialistas, hay muchos estudios y gracias a la investigación muchas nos curamos. No todos los médicos siguen los mismos métodos.
Hay una palabra del día que no paraba de dar vueltas en mi cabeza, es positivo y asumí que la enfermedad era positiva, pero también lo que iba a salir de esta experiencia iba a ser positivo para mi o para los que se queden. ¡Hay tanto que aprender!
Hola, que lindo blog, muchas gracias por tu alta vibración. Mi hermana tiene aquello en la mamá tb, la familia también la pasamos muy mal, el jueves tenemos la segunda sesión del tratamiento, el gorro…etc…con la fuerza a tope!, cada sesión es una batalla ganada!. Un abrazo y espero de corazón que el sol esté brillando en tu vida.
Muchas gracias bonita! Llevo ya 6 meses sin el bicho y muy feliz. Toda mi energía para tu hermana y tu familia. Cualquier cosa en la que os pueda ayudar aquí estoy.