Es común escuchar que una actitud positiva alarga la vida de los pacientes con cáncer de mama. Sin embargo, no hay estudios científicos que demuestren que dicha actitud afecta a la progresión del cáncer. Aún así, ser positiva te va ayudar a llevar la enfermedad, pero no te castigues si tienes un mal día, disfruta de ese mal día.
Disfruta de la vida HOY no mañana cuando te hayas curado.
Quería seguir trabajando cuando me enteré del cáncer, pero todo el mundo me decía: «date tu tiempo y dedícate a ti». Es difícil compaginar médicos, tratamientos y trabajo pero no imposible. Si echo la mirada atrás creo que trabajar es una distracción.
Ahora, entiendo al cáncer como una señal, algo en mi cuerpo/vida no funcionaba. Hay cosas que cambiar. Les hice caso pero tenía que trazar un plan, dediqué el tiempo a curarme, a conocerme y conocer al cáncer. ¿Os cuento que hice?
Primero tenía que conocerte ¿cáncer de mama, porqué?
- Busqué gente de mi edad que hubiera pasado la enfermedad. ¿Si ellos lo habían superado porqué yo no lo iba a lograr? Les seguía en redes sociales, leía sus blogs… Necesitaba entender, cómo se sentían, porqué tratamientos habían pasado, la operación, sus decisiones… Pero sobretodo admiraba la vuelta a la normalidad, el cáncer les había cambiado. Me enfoqué en mi momento de volver a la normalidad, en conocerme y en saber que quería cambiar/mejorar.
- Me informé sobre el cáncer. Todo el mundo te dice que no leas nada sobre la enfermedad, sin embargo, yo necesitaba entender lo que me pasaba. Necesitaba conocer el cáncer y mi cuerpo. ¿Si mi cáncer es hormonal dónde se forman esas hormonas? Te aconsejo los libros que me han ayudado.
- Anti Cáncer. Una nueva forma de vida del Dr. David Servan-Schreiber. Para mi, ¡el mejor libro! Trata de la experiencia de David con el cáncer. La recaída le hizo replantearse la vida y la alimentación. Desde un punto de vista científico trata de explicar el cáncer, como el entorno nos genera cáncer y que podemos cambiar. ¡Link del libro!
- Comer para vencer al cáncer de la Dra. Paula J. Fonseca y Belén Álvarez. En este libro encontraréis una guía de que comer durante la quimioterapia, radioterapia según vuestros efectos secundarios. ¡Link del libro!
- Cuídate de Xevi Verdaguer. Este libro trata de la salud intestinal, las hormonas y el hígado y como a través de la alimentación podemos ayudar a que nuestro cuerpo funcione mejor. ¡Link del libro!
En segundo lugar ¿qué puedo hacer para cambiar la situación?
- Listé las actividades que me gustaría hacer y dediqué el «parón» de mi vida a hacer lo que quería. Retomé tiempo con la lectura, me hice un curso de pintura, yoga, meditación e incluso compré un puzzle de 5.000 piezas y los días que peor me encontraba con la quimioterapia me dedicaba a poner piezas. ¡Lo acabé!
- Traté de cambiar lo que estaba en mis manos: <Mejoré la alimentación>. Nunca pensé que comía mal, me cuidaba, hacía deporte y me encontraba sana. Sin embargo, a medida que iba conociendo más sobre nutrición me di cuenta que había muchas cosas que podía mejorar. Me he divertido aprendiendo nuevas recetas y he perdido 10 kg. ¡Ahora me siento mejor que nunca!
- Ayudar a los demás, siempre he tenido la necesidad de hacer algo por los demás. Mi trabajo es puro consumo. En el día que me enteré que tenía cáncer pensé, si lo supero quiero ayudar a otras. Y aquí estoy escribiendo mi blog, tratando de ayudaros con mi experiencia.
- Colgué un mensaje en la pared.»Mejor vivir sin miedo». El cáncer y pandemia ¿Qué más podía pasar? Necesitaba reforzar el mensaje de que todo iba a salir bien. Lo veía todos los días. En el momento que era pesimista mirando el futuro mi chico me recordaba el cartel que había colgado en la pared.
Hacer cosas nuevas y ponerle foco a la vida me han ayudado a llevar este tiempo de curación de la mejor manera posible. La vida es lo único que tenemos, disfruta HOY, mañana no sabes que pasará. Mi secreto para llevar estos días han sido: levantarme y trazar el plan del día, al acostarme reflexionar sobre las 3 cosas buenas y darle las gracias al día.
¿Qué hacéis vosotras? Os leo en comentarios.
[…] Tenía que hacer algo. Las sesiones de quimio me sentaban mucho mejor, todo estaba en mi cabeza y decidí empezar a engañar al cerebro. ¿Cómo? Tenía que asociar el frío con alguno bueno, por ello, cada vez que tocaba algo frío pensaba en cosas positivas, hacía una llamada de las que te alegran el alma o solo me dejaba querer por el aire fresco de la ventana disfrutando de esa sensación. Con el tiempo mi cabeza aprendió que el frío no generaba malestar y ¡superamos el problema del gorro! Las últimas 8 sesiones fueron un paseo y mi pelo empezaba a crecer e iba tapando las calvas que se habían formado. ¡Qué importante es la actitud! […]